Las actividades se enfocaron en analizar, reflexionar, debatir y buscar soluciones a la baja participación de jóvenes debido a los altos niveles de estrés y diversos problemas de salud mental tanto de ellos/ellas mismos/as, como de los/las trabajadores/as juveniles que trabajan con ellos/ellas. Para esto se han utilizado metodologías del aprendizaje no formal, como: el trabajo en grupos, debates, metodología “Teoría del cambio”, presentaciones gráficas, intercambio de buenas prácticas o la técnica «Teatro del Oprimido”.
Por otro lado, los/las trabajadores/as juveniles pusieron en práctica herramientas para la gestión del estrés, el auto-conocimiento, el desarrollo personal y espiritual, la mejora de la comunicación y las habilidades “blandas”, a través de técnicas como: mindfullness, yoga, la voz y el sonido, el Método Amaranta, la Biodanza, o la conexión con la naturaleza.